Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) – Borderline Personality Disorder
Imagina estar hundiéndote en arenas movedizas. El suelo bajo tus pies se mueve y no te permite mantener el equilibrio. Estás alerta y asustado. Así es como se siente tener Trastorno Límite de la Personalidad (TLP). Para las personas con TLP, casi todo es inestable: sus relaciones, su humor, sus pensamientos, su conducta e incluso su identidad. Sus vidas son dolorosas y aterradoras. Sin embargo, no hay razones para desesperarse: existen tratamientos efectivos para controlar el TLP y, con algunas trucos, pueden sentirse mejor y controlar sus pensamientos, emociones y acciones.
¿Qué es el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP)?
Si tienes Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), lo más probable es que sientas que vives en una montaña rusa. No sólo por tus emociones y tus relaciones, sino también por tu percepción de ti mismo. Tu autoimagen, tus objetivos e incluso tus gustos pueden cambiar con mucha frecuencia, por lo que todo puede parecer confuso y frustrante.
Las personas con TLP suelen ser muy sensibles. Algunos afectados dicen que se sienten como si tuvieran un nervio expuesto. Las cosas más pequeñas pueden desatar en ellos reacciones muy intensas. Además, una vez que se alteran, tienen muchas dificultades para volver a calmarse. Es fácil entender cómo esta volatilidad emocional, combinada con la incapacidad de calmarse a sí mismos, les producen conflictos en sus relaciones y los llevan a tener conductas impulsivas e insensatas. Después de todo, cuando uno se encuentra sobrepasado por la emoción, es difícil pensar con claridad. En estos casos, las personas con TLP pueden llegar a decir cosas hirientes o a tener actitudes impropias de las que luego se arrepienten. A veces, les parece que es imposible escapar de ese ciclo destructivo. Afortunadamente, esto no es así.
Es posible tratar el TLP
Antes, los profesionales de la salud mental tenían problemas para diagnosticar y tratar el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), por lo que solían creer que no había mucho que hacer al respecto. Sin embargo, esta conclusión era errónea. Hoy en día, somos perfectamente conscientes de que el TLP es completamente tratable. De hecho, los pronósticos a largo plazo del TLP son mucho mejores que los de la depresión y los del trastorno bipolar. Sin embargo, esta condición requiere un abordaje especializado. En resumen: la mayoría de las personas con TLP pueden mejorar mucho y hacerlo rápidamente, siempre y cuando tengan el tratamiento adecuado.
Para poder sanar, es importante romper los patrones disfuncionales que afectan los pensamientos, los sentimientos y las conductas y que causan dificultades y angustia. No es fácil cambiar los hábitos de toda una vida. Al principio, hacer una pausa y reflexionar antes de actuar se siente extraño y poco natural. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, uno se acostumbra a hacerlo. Finalmente, estos nuevos hábitos nos ayudan a mantener el equilibrio emocional y a no perder el control.
Cómo reconocer el Trastorno Límite de la Personalidad
¿Te identificas con alguna de las siguientes frases?
Suelo sentirme “vacío”.
Mis emociones cambian rápidamente y suelo tener ataques de profunda tristeza, ira y ansiedad.
Me preocupa constantemente que la gente a la que quiero me abandone.
Describiría la mayoría de mis relaciones románticas como intensas, pero inestables.
Mi opinión sobre las personas en mi vida puede cambiar dramáticamente de un momento a otro y no
siempre entiendo por qué.
Suelo hacer cosas que son malas o peligrosas para mi, como tener sexo sin protección, conducir imprudentemente, beber en exceso, consumir drogas o gastar mucho dinero.
He tenido conductas autodestructivas, he intentado hacerme daño e incluso he pensado en suicidarme
Cuando me siento inseguro en una relación, suelo reaccionar con hostilidad o desesperación con el objetivo de mantener a la otra persona cerca de mi.
Si te identificas con varias de estas frases, es posible que sufras de Trastorno Límite de la Personalidad. Por supuesto, es importante que sea un profesional de la salud mental quien te diagnostique TLP, ya que esta es una condición que puede ser confundida con muchas otras. Sin embargo, incluso sin un diagnóstico, los consejos que aparecen en este artículo pueden ayudarte a calmar tus emociones y a controlar tus impulsos autodestructivos.
Signos y síntomas
El Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) se manifiesta de formas diferentes. A fines prácticos, los profesionales de la salud mental agrupan sus síntomas en nueve categorías principales. Para ser diagnosticado con TLP, tienes que presentar al menos cinco de los siguientes síntomas. Además, tienes que haberlos presentado durante mucho tiempo (por lo general, estos síntomas comienzan en la adolescencia) y deben afectar casi todas las áreas de tu vida.
Los 9 síntomas del TLP
1. Miedo al abandono. Las personas con TLP suelen tener mucho miedo de quedarse solas. Incluso algo tan simple como un ser querido que llega tarde a una cita o que se va de vacaciones puede causarles un profundo terror. Esto hace que actúen de manera errática para intentar mantenerlos cerca. Estas personas suelen rogar, volverse dependientes, buscar peleas, ponerse celosas y controladoras e incluso evitar físicamente que la otra persona los abandone. Lamentablemente, este comportamiento suele tener el efecto contrario al buscado y aleja a quien se busca mantener cerca.
2. Relaciones inestables. Las personas con TLP suelen tener relaciones cortas e intensas. Se enamoran rápidamente y creen que el objeto de su afecto es lo único que puede hacerlos felices. Sin embargo, suelen decepcionarse muy rápidamente. Para ellos, las relaciones son perfectas o terribles y no hay punto intermedio. Sus parejas, amigos y familiares suelen sufrir los efectos de sus repentinos cambios de humor, que van desde la idealización a la decepción, la ira e incluso el odio.
3. Autoimagen inestable y confusa. Cuando tienes TLP, tu percepción de ti mismo suele ser inestable. Un día te sientes muy bien sobre quien eres y al otro te odias a ti mismo. Lo más probable es que no sepas muy bien quién eres ni qué quieres hacer con tu vida. Esto te lleva a cambiar frecuentemente de trabajo, amigos, pareja, religión, valores, objetivos e incluso de identidad sexual.
4. Conductas impulsivas y autodestructivas. Si tienes TLP, puedes presentar conductas autodestructivas para llamar la atención, especialmente si algo te hace sentir mal. Tal vez compres cosas que no puedes costear, te des atracones, conduzcas imprudentemente, robes, tengas sexo sin cuidarte o consumas drogas y alcohol en exceso. Estas conductas peligrosas pueden hacer que te sientas mejor temporalmente, pero agravan la situación en el largo plazo.
5. Autolesiones. Las conductas suicidas y las lesiones autoinflingidas son comunes en las personas con TLP. Esto incluye la ideación suicida, las amenazas o gestos suicidas e incluso los intentos de suicidio. Entre las lesiones autoinflingidas, las más comunes son los cortes y las quemaduras.
6. Cambios de humor extremos. Las emociones inestables son muy comunes entre las personas con TLP. Es posible que se sientan felices en un momento y completamente abatidos al siguiente. Muchas veces, los más mínimos detalles provocan en ellos una tormenta emocional. Estos cambios de humor son intensos, pero suelen pasar rápidamente (esto diferencia al TLP de la depresión y el trastorno bipolar). Por lo general, estos cambios no duran más que unas pocas horas.
7. Sensación crónica de vacío. La gente que sufre TLP suele sentirse vacía. Suelen decir que sienten un vacío en el corazón. En casos extremos, sienten que no son “nada” ni “nadie”. Este sentimiento es muy angustiante, por lo que intentan taparlo con drogas, comida o sexo. Sin embargo, nada los satisface realmente.
8. Explosiones de ira. Cuando tienes TLP, sueles tener ataques de ira y un temperamento explosivo. Tal vez tengas muchos problemas para controlar tu furia. Los gritos, los platos rotos y la sensación de verte consumido por la ira suelen ser ocurrencias comunes. Es importante destacar que esta ira no siempre se dirige al exterior. Muchas veces, las personas con TLP se pasan mucho tiempo furiosas consigo mismas.
9. Sentir desconfianza y sentirse desconectado de la realidad. Las personas con TLP suelen tener ataques de paranoia y desconfían de las intenciones ajenas. A veces, cuando están bajo presión, pierden totalmente la conexión con la realidad. Este fenómeno se conoce como disociación. Sienten que su mente está nublada y tienen la sensación de existir fuera de sus propios cuerpos.
Desórdenes asociados más comunes
El Trastorno Límite de la Personalidad no suele diagnosticarse solo. Los desórdenes asociados más comunes incluyen:
• depresión o trastorno bipolar
• abuso de sustancias
• desórdenes alimenticios
• desórdenes de ansiedad
Cuando el tratamiento del TLP es efectivo, los otros desórdenes también suelen mejorar también. Sin embargo, lo opuesto no siempre es cierto. Por ejemplo, es completamente posible superar una depresión y seguir teniendo TLP.
Fuente:www.helpguide.org/articles/mental-disorders/borderline-personality-disorder.htm