Abusos de Pareja: Señales Para Saber Si Estás En Una Relación Toxica
Aunque en una relación no exista violencia física, no significa que alguna de las dos personas involucradas no sufra otro tipo de violencia o abuso. Incluso, en los últimos años la violencia verbal y el abuso emocional están en aumento, produciendo daño psicológico que podría tener consecuencias permanentes y agobiantes para los afectados.
Sin lugar a duda, escapar de este tormento significa reconocer y detectar las señales de abuso a tiempo; Julia Morrison tenía 20 años cuando conoció a su novio en un festival cinematográfico. Este chico era todo lo que ella habría querido: apariencia de modelo de J. Crew, acento británico sensual, poeta, vegetariano, feminista.
Ella se sentía atraída, sobre todo después de su ruptura emocional con el típico líder de fraternidad, amante del futbol y de embriagarse tomando cerveza de barril. Este chico, era todo menos un hombre educado, amable y modesto.
Durante una relación de dos años abusó de Julia y el problema era que ella no era consciente de este abuso. Si bien es cierto, no había golpes de por medio, por lo que ella no tenía un calificativo para definir el comportamiento que la hacía sentirse mal con su presencia: burla, tenues humillaciones, evasiones físicas y demás.
Aunque no lo creas, los expertos sí tienen la forma de calificar este tipo de comportamiento y lo llaman abuso emocional. Este término es tan generalizado en las relaciones amorosas que suele mal interpretarse.
El abuso emocional en términos más simples no es más que el comportamiento, lenguaje y actitudes que son utilizadas para degradar y humillar a otra persona, ofendiendo su autoestima o personalidad.
¿Quieres un ejemplo? Mientras que, en una relación sana, se puede estar en desacuerdo sobre cómo gastar o invertir el dinero, un abusador emocional logrará que su pareja se sienta como si fuese demasiado estúpida o incapaz de entender las complejidades financieras.
Los tipos de abuso y las estadísticas en las relaciones de pareja
Una relación tóxica puede tener diferentes tipos de violencia, desde el abuso verbal (gritos, insultos, culpas, vergüenzas) hasta la intimidación, las amenazas y el aislamiento. De la misma forma, una pareja abusiva tendrá actitudes negativas, de evasión y comportamiento que hacen que la persona afectada se sienta sola y sin importancia.
Las estadísticas para definir los tipos de abuso y su incidencia en las parejas son difíciles de determinar, pero según los expertos, hasta dos terceras partes experimentan algún tipo de violencia o abuso en su relación, y un tercio de estas, están en un nivel crónico.
Los efectos de cualquier tipo de abuso y violencia en una relación pueden ser devastadores, provocando depresión, ansiedad, estrés, destrucción de la autoestima y mucho más.
Marti Loring, Ph.D., autor de Abuso Emocional afirma que el abuso en una pareja “es muy erosivo. Ya sea esté abierto o encubierto, el abuso niega el ser a una mujer”.
El amor corrosivo
La violencia emocional puede ser sutil. En el caso de Morrison, vivió con su novio en un apartamento en Stanford, Connecticut, mientras él la evadía. “Había momentos en los que él tenía que pasar por delante de mí, pero deliberadamente movía su cuerpo de tal forma que evitaba cualquier posibilidad de entrar en contacto”, nos cuenta ahora con 39 años.
“Me hacía sentir horrible”. En algunas oportunidades, cuando iban caminando juntos por la acera, él cruzaba de forma brusca la calle sin ella y luego, cuando ella mencionaba su opinión sobre dicha situación, solía llamarle loca, desesperada o sensible.
El abuso emocional a una persona también puede ser más violento y agresivo. Como es el caso de Liz Costa de 33 años, originaria de Colorado. Ella estaba casada con un hombre volátil, posesivo y que utilizaba ataques verbales frente a la más mínima provocación.
Él no siempre fue así, cuando eran amigos Liz Costa afirma que podían hablar y compartir ideas. Su conexión parecía profunda, llegando a creer que era algo del destino.“Nuestras familias habían estado entrelazadas desde antes de nacer”, dice ella. “Todo parecía estar destinado, y yo me lo creí”.
¿Sabes cuándo empezó a cambiar todo? Cuando Liz quedó embarazada de su primer hijo. Su esposo empezó a perder los estribos muy rápido, hasta por las cosas más insignificantes.
Pero, ella seguía creyendo que todo mejoraría si él conseguía el trabajo perfecto, ella se esforzaba un poco más y si se le ocurría alguna fórmula mágica que salvara su relación. A ella no le gustaba como se sentía, pero tampoco llegó a pensar que él era un abusivo porque no la golpeó nunca durante sus 12 años de matrimonio.
Ella no se sentía segura. “Debía tener mucho cuidado sobre cómo le hablaba, o de forma inmediata explotaba en una discusión. Podía estar compartiendo algo que ocurrió en el trabajo, y de alguna manera la conversación le molestaba y se enojaba”, dijo Costa. “Estaba caminando sobre cáscaras de huevo todo el tiempo, sin saber qué generaba sus enojos”.
Sin duda alguna, esto puede devastar a una mujer con el paso del tiempo, haciéndola una persona ansiosa, deprimida, cansada, irritable y, además, con sentido de culpabilidad por todo. La idea de dejar la relación puede agregar aún más culpa y vergüenza a su lista de emociones negativas.
Loring dice: “Las mujeres me dirán: ‘Yo prefiero que me golpee, porque al menos me puedo curar del golpe’. Pero el abuso emocional sólo resuena en su mente de manera cruel”.
Las relaciones abusivas y destructivas: aprende a identificarlas
Respeto, consideración, confianza y libertad para tus seres queridos y otras personas, son lo que caracteriza en principio a una relación sana. A diferencia de esto, una relación abusiva puede arruinarlo todo si se conduce en el camino equivocado.
De acuerdo con investigaciones, 1 de cada 11 estudiantes de secundaria ha informado sobre casos de agresiones físicas tras solo una cita con otra persona. Los celos y el comportamiento agresivo pueden conducir al abuso, e incluso en casos más graves, a la muerte.
Tanto el respeto como la confianza son dos grandes lazos que involucran el amor, por lo que tienes que confiar en tu pareja cuando ella o él no esté cerca y mostrarle respeto hacia su persona.
Si estás sintiéndote incómodo con una situación, la mejor forma de solucionarlo es tener una conversación mutua y asertiva en un ambiente tranquilo, evitando los medios de control, manipulación, chantaje, victimizacióny demás.
¿Sabes qué es el abuso?
El abuso tiene tres clasificaciones principales:
- El abuso físico: es la violencia en forma de golpes, tirones del cabello, puñetazos, patadas. Puede ocurrir tanto en relaciones de pareja como entre amistades.
- El abuso emocional: representa la humillación, burla, matoneo, amenazas, traiciones, intimidaciones y demás. Suele ser uno de los más difíciles de detectar, ya que el afecto hacia la otra persona siempre se interpone en medio del problema.
Si este tipo de violencia no se toma en serio, puede destruir la autoestima de una persona, su amor propio y estabilidad mental.
- El abuso sexual: contrario a lo que pueda pensarse, este tipo de abuso puede ocurrirle a un hombre o a una mujer. Nunca es correcto que obliguen a otra persona a involucrarse en un acto sexual. Puede ser considerado como una violación y también puede ocurrir la violación conyugal.
“Con el abuso emocional los insultos, insinuaciones, críticas y acusaciones, lentamente carcomen la autoestima de la víctima, hasta que él o ella es incapaz de juzgar una situación de manera realista. Él o ella puede comenzar a creer que hay algo mal con ellos o incluso temer que se están enloqueciendo” dice Beverly Engel.
Las señales que pueden advertirte sobre una relación abusiva o tóxica
¿Te has preguntado si estás en una relación tóxica con tu pareja? Considérate en una relación abusiva si estás viviendo alguna de estas situaciones:
- Agresión física de múltiples formas, como sacudidas, patadas, puñetazos, agarrones, empujones o bofetadas.
- Te humilla o te hace sentir indefenso y sin valor.
- Quiere ejercer control sobre aspectos de tu vida como la forma de comer, lo que te gusta, tu estilo o vestimenta.
- Le molesta que pases momentos con tus familiares o amigos.
- Te hace sentir culpable, incluso cuando el culpable es él.
- Intenta controlar tus gastos personales.
- Te llama todo el tiempo y te exige que te reportes con regularidad.
- Se siente celoso o enojado cuando pasas tiempo con tus amigos de toda la vida.
- Te amenaza físicamente o dice que se va a quitar la vida si piensas en dejar la relación.
- Utiliza el chantaje o exige que hagas prácticas sexuales que a ti no te gustan.
- Te planifica tus días sin pedirte permiso, controlando tus horarios y actividades.
- No le cuentas tus problemas o no hablas ciertos temas con él porque sabes que lo tomaría a mal.
- Tus relaciones sexuales con él a veces son desganadas, sólo por complacerlo o por evitar conflictos.
- Te compara con parejas sexuales de su pasado.
Las relaciones tóxicas o abusivas siguen un patrón de conductas represivas que manifiestan control y dominio negativo sobre una pareja actual o incluso pasada.
Una de las posibles alternativas para salir de este tipo de relaciones, es estar consciente de que mereces ser tratada con respeto, amor y consideración, y no ser lastimado de manera física o emocional por ninguna persona.