Hay una fuerte conexión entre la ansiedad y la depresión, los problemas para dormir y viene en ambas direcciones
Dormir bien es esencial para nuestro bienestar mental. Solo una noche de sueño turbio puede dejarnos sintiéndonos de mal humor, secos, preocupados o tristes el día siguiente. Así que no es sorpresa que los problemas para dormir, como la dificultad en quedarse dormido, no tener suficiente descanso, o los patrones de sueño interrumpido estén asociados a la ansiedad y a la depresión.
La ansiedad y la depresión, las cuales pueden variar en un rango desde preocupación persistente y tristeza a una enfermedad mental común y perjudicial.
Es importante entender que muchos factores interactuando entre sí pueden causar y mantener estas experiencias, especialmente al desarrollar una prevención efectiva y las intervenciones de tratamiento. Cada vez se reconoce con más frecuencia que los problemas para dormir pueden ser un factor clave.
¿Cuál problema viene primero?
La mayoría de la evidencia sugiere que la relación entre los problemas para dormir, y la ansiedad y la depresión es fuerte y aplica en ambos sentidos.
Esto significa que los problemas para dormir pueden llevar a la ansiedad y a la depresión y vice versa. Por ejemplo, preocuparse y sentirse tenso durante la hora de dormir puede hacer que sea difícil quedarse dormido, pero tener problemas para quedarse dormido, y por consecuencia no descansar lo suficiente, puede también resultar en más ansiedad.
La interrupción del sueño, particularmente el insomnio, ha mostrado seguir de la ansiedad y preceder de la depresión en algunas personas, pero también es un síntoma común en ambos desórdenes.
Intentar diferenciar que problema viene primero, y bajo qué circunstancias es difícil. Puede depender de cuando ocurren los problemas en la vida. Las evidencias emergentes muestran que los problemas para dormir en la adolescencia pueden predecir la depresión (y no de la forma contraria). Sin embargo, este patrón no es tan fuerte en los adultos.
El problema específico para dormir que está ocurriendo puede ser importante. Por ejemplo, la ansiedad, pero no la depresión ha demostrado predecir un excesivo sueño durante las horas del día. La depresión y la ansiedad también ocurren juntas con frecuencia, lo cual dificulta la relación.
A pesar no está claro el vínculo de los mecanismos que se encargan del sueño, la ansiedad y la depresión, hay una superposición en algunos de los procesos subyacentes que están más relacionados al sueño y las emociones.
Algunos aspectos del sueño, como la variabilidad de los patrones de una persona y su impacto en el funcionamiento y la salud, hay están relativamente inexplorados. Más investigaciones podrían ayudar a comprender mejor nuestro entendimiento de estos mecanismos.
Las buenas noticias es que tenemos intervenciones efectivas para muchos de los problemas para dormir, como la terapia del comportamiento cognitivo para el insomnio (CBT-I).
Así que existe la posibilidad de que al enfocarse en los problemas de sueño en las personas que están en riesgo de experimentarlos, como adolescentes, nuevas madres y personas en riesgo de ansiedad no solo mejorará el sueño sino que disminuirá el riesgo de desarrollar ansiedad y depresión.
Las intervenciones Online tienen el potencial de incrementar la relación precio-costo y la accesibilidad a los programas de sueño. Un estudio reciente encontró que un programa de seis semanas online de CBT-I mejoro significativamente los síntomas de insomnio y depresión. El programa incluía educación de sueño y la mejora de los pensamientos y comportamientos nocturnos, y los participantes manteniendo diarios nocturnos para que pudieran recibir una evaluación específica de sus patrones de sueño.
Estamos dirigiendo algunas investigaciones para mejorar e incluso prevenir los problemas de salud física y mental a temprana edad al enfocarse en los problemas de sueño. Usando un Smartphone y tecnología de seguimiento también ayudará a adaptar las intervenciones de salud mental en el futuro.
Las mejoras generales al dormir pueden ser beneficiosas para una persona con ansiedad, depresión o ambas. Enfocarse en una o más características en común de entre dos o más desórdenes mentales como interrupción de sueño, se conoce como acercamiento de “transdiagnóstico.”
Las intervenciones que se enfocan en los factores de riesgo del transdiagnóstico para la ansiedad y la depresión, como la reflexión excesiva, ya ha demostrado éxito.
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Una buena base
Para muchas personas, realizan el tratamiento de los problemas del sueño antes de tratar los síntomas de ansiedad y depresión es menos estigmatizante y podría alentar a la gente a buscar más ayuda. Abordar el sueño primero puede desarrollar una buena base para el tratamiento posterior.
Por ejemplo, las personas con un trastorno depresivo son menos propensas a responder al tratamiento y más propensas a la recaída si tienen un problema de sueño como el insomnio.
Muchas de las habilidades aprendidas en una intervención del sueño, tales como técnicas para la relajación y la reducción de la preocupación, se pueden también utilizar para ayudar con los síntomas diurnos de la ansiedad y de la depresión. Y esto no es para mencionar los beneficios físicos de conseguir una buena noche de sueño!
Si le preocupa su sueño o salud mental, hable con un profesional de la salud como su médico de cabecera. Ya hay una serie de tratamientos eficaces para los problemas de sueño, depresión y ansiedad, y cuando uno es tratado, el otro es probable que mejore.
Y con la investigación en esta área en expansión, es sólo cuestión de tiempo antes de encontrar más formas de utilizar las intervenciones de mejora del sueño como una herramienta clave para mejorar nuestra salud mental.
fuente:theconversation.com/theres-a-strong-link-between-anxiety-and-depression-and-sleep-problems-and-it-goes-both-ways-76145